Aprendizaje recíproco e inclusión

Estudiante sordo, se adapta fácilmente a la comunidad educativa

 

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• Primera vez que un joven con tal condición se integra al establecimiento educacional, un aprendizaje recíproco de inclusión.

Estudiar cocina y aprender a manejar un auto, son algunos de los deseos que tiene en mente Johanny Maya Cortes (16), estudiante sordo del 1° medio C del colegio Gabriel González Videla, entidad educativa que lo ha incorporado como un miembro más en su comunidad, conforme a la integración e inclusión que establece la ley 20.370 General de Educación.

Pese a su condición, Johanny no ha tenido inconvenientes a la hora de comunicarse y se ha sumado sin problemas al grupo estudiantil. Él interactúa mediante las intérpretes de lengua de señas con que cuenta el colegio, Roxana Barrera Córdova y Kimberly Mundaca Barraza, ambas pertenecientes al Programa de Integración Escolar (PIE), que están acompañándolo en todas sus jornadas y hace algún tiempo, se incorporó también en esta tarea, Francisco Saavedra, coeducador sordo.

Sus compañeros de curso se han adaptado a él y en su sala se puede ver instalado el abecedario de lenguaje de señas que les ha permitido a varios aprender y entablar conversación con Johanny. Lo mismo que las y los docentes que le hacen clases. 

Para el director del colegio, Ary Montoya Sierra es una experiencia positiva tener a Johanny en el colegio y valora lo sencillo que ha sido su incorporación, “destaco el entusiasmo con que el alumno se ha adecuado a nuestra cultura estudiantil. En ese sentido ha sido clave el apoyo de su profesora jefe, sus profesoras tutoras que han relevado en él lo mejor. Hemos logrado entender con mucha fluidez. Es nuestra fortaleza como colegio que desde hace mucho tiempo hemos tenido estudiantes integrados de diferente condición y eso nos ha permitido generar una cultura inclusiva con mucha naturalidad, muy fluida y él se integró a nuestro establecimiento de manera muy natural. Destaco la cultura inclusiva que el colegio tiene con estos estudiantes y que al igual que todos, tiene las mismas posibilidades de desarrollarse como ser humano”, puntualizó.

De hecho, la comunidad educativa ha incorporado este tipo de lengua en varias acciones y es así como el himno nacional se canta también de esta manera. Para los actos de celebraciones como el 21 de mayo, la academia de danza lyrical hizo un baile e interpretación de la canción Bajo el Mar usando las manos. Igualmente, para el día del estudiante, las educadoras del PIE bailaron al ritmo el tema Madre Tierra con lengua de señas.

INCLUIDO
Durante este semestre, Johanny expresa que se ha sentido superbién y que ha tenido una favorable acogida, “me gusta este colegio, me caen bien mis compañeros y la asignatura que más me agrada es educación física”.

Se siente tranquilo, comparte con sus compañeros, le encanta jugar a la pelota con ellos y basquetbol, teniendo ahora mucho más amigas y amigos que antes. 

Un proceso que no le ha sido difícil, pues cuenta con el apoyo de la comunidad educativa y de su familia, especialmente su madre quien le ayuda con algunas actividades escolares.

Sus cuadernos concentran una gran cantidad de textos que escribe desde la pizarra y dibujos que le ayudan a la comprensión de los mismos. Si bien tiene evaluaciones diferenciadas el aprendizaje es igual al de su curso.

Comenta que le encantaría seguir en el colegio y optar por el Técnico Profesional de Gastronomía cuando tenga que definir para tercero medio. Tiene buenas notas y no se complica con las materias, porque sabe del compromiso y apoyo que le han manifestado.

APLICACIÓN
Giann Latin Vásquez, compañero de Johanny comenta que cuando llegó al curso siendo todos nuevos, no sabían de su condición y se entusiasmó por saber una forma nueva de comunicarse e instaló una aplicación en su celular llamada Incluseñas que, consiste en aprender a expresarse con las manos y convertir las palabras en símbolos.

Según comenta su profesora jefe, Carolina García el panorama al que se enfrentaba Johanny era impredecible, porque él al igual que todos formaban un curso nuevo donde nadie se ubicaba, “él conoció a sus compañeros el mismo día que todos se conocían por primera vez. De esta forma, se armó un grupo unido e inclusivo, entre todos empatizan. Es muy bonito lo que se ha dado en el curso. Las niñas y niños del 1°C han disminuido las limitaciones, me alegro mucho que Johanny tenga los compañeros que tiene”, expresó.

Igual pensamiento tiene su familia, quienes agradecen al colegio por incluir a su hijo en el proyecto educativo, su madre Yasna Cortés al principio tenía temor, porque él estaría en un colegio más grande y con más estudiantes, sin embargo, “la integración ha sido muy buena para él, tanto a través del PIE y de sus propios compañeros que son parte importante”, indicó.

Ella comenta que Johanny nació oyendo, pero a los 3 años comenzó con dolores auditivos y fue perdiendo la audición, padece hipoacusia neurosensorial bilateral profunda de carácter irreversible.

Su familia está feliz por la admisión de Johanny en el colegio y a su vez, el colegio agradecido de tenerlo y saber que la inclusión se basa en el respeto y el amor por quien es diferente.

 

USR/Inclusión